miércoles, 23 de enero de 2013

LA KAMPORA


LA KAMPORA POR DENTRO.

ASI PIENSAN, ORGANIZAN Y MANEJAN EL DIA A DIA LOS HEREDEROS K.
EL CUERVO
“No es cierto que nos den choripán y vino. Y si lo hicieran, no estaría mal, pero no pasa”.
Esta afirmación de Ariel, militante de La Cámpora, es la mejor síntesis respecto de qué significa esta agrupación para Cristina Kirchner: refleja, ni más ni menos, que logró construir una masa de militancia real que la acompaña “en las buenas y en las malas”.
Desde la muerte de Néstor Kirchner, la Presidenta pudo darse el lujo de desplazar al peronismo tradicional y hasta cortó lazos con el sindicalismo de Hugo Moyano por una sola razón: ya no los necesita.
Por primera vez el gobierno kirchnerista está provisto de una masa de militancia juvenil con aires renovados que llena plazas, predica, vive el relato y trabaja incansablemente en nombre de sus padres políticos.
Cristina no cesa de elogiarlos en público -como ocurrió por su participación en la asistencia a los evacuados tras la inundación de La Plata- y parece dispuesta a cederles cada vez más protagonismo político.
Denostados por algunos como un grupo de “nenes bien” con ansias de poder y reivindicados por otros como los idealistas que toman la posta de la “juventud maravillosa” de los ‘70, los militantes de La Cámpora se han transformado en el nuevo mito de la política argentina.
A ello contribuye el hecho de que, aunque se habla todo el tiempo de este grupo y sus principales dirigentes cultiven el “high profile”, en realidad son pocos los detalles que se conocen respecto de cómo está organizada y cómo funciona esta agrupación que ya suma entre sus filas unas 60.000 personas.
Ellos se autodefinen como “soldados del modelo” que están apostados en la trinchera dispuestos a “dar la vida, literalmente por Cristina”, como asegura él diputado Andrés “Cuervo” Larroque, líder de los jóvenes K.
Este fundamentalismo cristinista, lindante a veces con el fanatismo de las barras bravas del fútbol, es lo que algunos analistas consideran peligroso.
“Es un grupo entrenado para el fracaso que se fortalece en el aguante, porque su lema es luchar a muerte y pelear hasta el final”, afirma Marcos Novaro, director del Centro de Investigaciones Políticas que califica esta situación como “sumamente tóxica y preocupante”.
Para el analista político Jorge Asís, se trata de “un grupo de muchachos de abajo que creen participar de una revolución que en realidad es imaginaria”.
No todos lo ven así, claro. Desde la vereda oficialista, el politólogo y encuestador Artemio López considera que este ala de la militancia encontró en el kirchnerismo “un canal para expresar su rebeldía y oposición al modelo neoliberal”.
- ¿Cómo es La Cámpora por dentro?
http://www.lanacion.com.ar/1394571-un-viaje-a-la-intimidad-de-la-campora
Para empezar, está bien organizada en un esquema de grupos con relativa autonomía operativa, coordinados por órganos ejecutivos que “bajan línea” en temas políticos.
Cada una de las comunas de Capital y Gran Buenos Aires tiene varias agrupaciones barriales que son comandadas por La Cámpora Nacional -ubicada en Monserrat-. En cada una de ellas participan entre 40 y 100 militantes.
La estructura verticalizada de la agrupación implica el respeto a una serie de estamentos jerárquicos.
Adrián, integrante desde 2006, asegura tener acceso al “Cuervo” o a Juan Cabandié, legislador porteño e integrante de la mesa chica de La Cámpora, si bien previamente debe consultarlo con su superior inmediato ya que es necesario “seguir un orden jerárquico”.
Cada unidad básica cuenta con un “referente político”, una especie de jefe que organiza el grupo y tiene contacto con el círculo de militantes allegados a la cúpula de dirigentes.
A su vez, los integrantes de cada unidad se organizan en mesas de trabajo, que si bien pueden variar de una agrupación a otra, en general se segmentan bajo temáticas -de trabajo, cultura, tercera edad, seguridad, comunicación, asesoría jurídica y encuadramiento- y son lideradas por un “referente responsable”.
El cronograma de actividades interno designa un día de la semana para el funcionamiento de cada una de las mesas de trabajo y fija los sábados como día de reunión de todos los militantes barriales.
Además, cada 15 días los referentes de cada una de las mencionadas mesas de trabajo de todas las agrupaciones se dan cita en la sede de La Cámpora Nacional.
- El ingreso de los “militantes base”
Quien desee sumarse, lo debe hacer en calidad de “militante base”.
Ingresar a La Cámpora es muy sencillo. Sólo basta con completar un formulario a través de la página web con una serie de datos personales para que un responsable de encuadramiento se comunique con el interesado y le informe cuál es la unidad básica más próxima a su domicilio.
También es posible acercarse personalmente a una de las agrupaciones para inscribirse, aunque la alternativa que más engrosa el número de participantes es la del boca a boca.
Los militantes son en su mayoría jóvenes de diferentes estratos económicos y sociales y de diversos orígenes políticos. El único requisito para enlistarse en las filas encabezadas por Máximo Kirchner es “apoyar el modelo”.
“Hay mucha diversidad entre los compañeros. Hay comunistas, peronistas, gente de izquierda, algunos de derecha”, señala Ariel y agrega: “Yo, por ejemplo, no soy peronista, soy kirchnerista”.
Los camporistas pueden pensar lo quieran, pero cuando se ponen la camiseta de la agrupación miden sus expresiones y cuidan lo que dicen para no afectar al movimiento.
- La bienvenida
Una vez realizada la inscripción, se terminan las formalidades y comienza la integración del nuevo “cumpa”.
El primer contacto con el ingresante lo realiza un responsable de encuadramiento que le explica cómo se organizan y lo indaga acerca de sus intereses, su ideología y su disponibilidad horaria. Todos estos son datos indispensables para ubicar al militante en un plan de acción.
La presentación formal con el resto del grupo se realiza los sábados. Luego de unas palabras introductorias sobre el funcionamiento y la presentación del nuevo miembro, se inician los debates sobre política.
Los militantes aseguran que no hay una bajada de línea explícita aunque la coincidencia de opiniones no es casual: “Cuando te ponés la camiseta de La Cámpora vos respondés a una ideología. Afuera de la organización yo puedo decir lo que quiera, pero desde mi lugar de militante no puedo expresar algo que vaya en contra de la línea ideológica”, afirma Ariel.
La remera, el símbolo del padrinazgo político, se hace esperar. No se la entregan a un militante hasta que logran conocerlo bien para evitar que cualquier acto inapropiado sea asociado con el movimiento. De esta manera, buscan “cuidar la imagen” de la agrupación juvenil.
Sofía, militante desde 2012, afirma que “no hay un librito donde te digan qué es lo que tenés que contestar cuando te vienen a preguntar por tus ideas”, pero sí se sugiere responder con respeto ante críticas que puedan venir de los medios.
- Los proyectos de los militantes
Los militantes base de la agrupación tienen libertad para presentar proyectos de trabajo. Ese plan, si es aprobado en una primera instancia por el responsable de la mesa (de trabajo), luego es elevado al referente político de la agrupación.
Si obtiene el visto bueno, sigue su curso hasta La Cámpora Nacional que termina de revisarlo y designa un presupuesto (en caso de ser necesario) para su ejecución, que puede ir desde una charla de educación sexual en un colegio hasta un viaje al interior para participar de una misión solidaria.
Además, desde la sede central, les envían pinturas, bandera, pinceles y los proveen de micros para actos políticos, que no siempre alcanzan para trasladar a todos, por lo que se organizan para movilizarse con vehículos particulares.
“En general nos dan el dinero como para que podamos realizar las actividades porque hay gastos como pasajes, hoteles y comida”, cuenta Adrián.
Y agregó que otra forma de financiamiento consiste en buscar sponsors políticos: “Nosotros podemos pedirle a un legislador que nos apoye y quizás conseguimos que nos paguen los pasajes”.
Según revela Ariel, los militantes pueden hacer aportes económicos voluntarios a una caja grupal para financiar parte de las actividades.
- La vidriera camporista
Es cierto que la amplia mayoría de los militantes no cobran un centavo por su trabajo en la agrupación.
Y es probable que, como dice Asís, “creen participar de una revolución imaginaria”. Sin embargo, si el esmero es grande y la lealtad a Cristina es “a muerte”, entonces la retribución puede llegar en forma de un cargo público o de un puesto de dirigencia empresarial.
Esto es lo que ha dado lugar a que proliferasen las acusaciones e ironías, como cuando Asís califica al movimiento como una “agencia de colocación de empleo”.
Claro que no todos logran una posición de poder. Cabandié, ante este tipo de críticas se defiende diciendo que un muy pequeño porcentaje de camporistas ocupan un cargo público. “Para nosotros, lo importante es la militancia activa”, recalca.
Sofía es una de esas militantes que no espera nada a cambio y que encontró en la agrupación un “espacio para compartir ideologías”.
Más allá de la defensa de la militancia “desinteresada”, lo cierto es que estos jóvenes se adueñaron de cargos estratégicos en el Congreso, en ministerios y en empresas públicas.
Novaro, de CIPOL, no imagina una “continuidad posible” en caso de que el Gobierno de Cristina Kirchner no encuentre un sucesor para las próximas elecciones presidenciales.
En tanto, Artemio López considera que el idealismo y la ambición por ocupar cargos públicos no son dos sentimientos incompatibles: “Representan un gran hacedor de cuadros de gestión y en términos de construcción del proyecto político, es formador de burocracia estatal”.
El propio “Cuervo” Larroque se encarga de dejar en claro el rol que imagina para La Cámpora en el futuro inmediato: “Por supuesto que queremos cargos, queremos desde el gobierno hasta el último pueblo de la Argentina”, afirmó en un acto de campaña por la reelección de Cristina. Y agregó: “Necesitamos cuatro años más… ¡y cuarenta años más también, compañeros!”.


LA KAMPORA Y ZANNINI.

POLITOLOGIA Y PERIODISMO CENTROAMERICANO.
Los medios y periodistas en general viven señalando, algunos seriamente, otros hasta con sorna, que La Campora es una agrupación que responde a Máximo Kirchner y que sólo busca ganar mucho dinero a través de altos y bien remunerados cargos gubernamentales. Nada mas alejado de la realidad. La Cámpora , que comenzó a armarse en Olivos cuando Kirchner vivía, es obra y es dirigida desde las sombras por el Rasputín gubernamental, el actual manipulador Secretario Legal y Técnico de la Rosada Carlos Alberto Zannini.
Máximo Kirchner es el figuretti de este grupo, en el que obviamente se anota, pero ni lo dirige, ni ha participado en el armado de su organización ideológica. Solo pone el apellido para la gilada y por idea del propio Zannini, que es quizás el hombre que mas ha avanzado en el armado del modelo kirchnerista, y si bien no es nyc de Santa Cruz ( Nacido y Criado) ya que nació en La Docta, creció en la provincia sureña al lado del Lupo, llegando a ser el Presidente del Superior Tribunal y, por ende, el brazo de Kirchner en la Justicia Santacruceña.
El plan de Zannini no es, repetimos, armar un simple grupo de jóvenes ambiciosos y, en muchos casos, ya resentidos contra los setentistas , noventistas y lo que ellos llaman La Corpo , sino copar el poder a través de métodos mamados de su admirado Antonio Gramsci, métodos que entiende son mucho mas efectivos que la lucha armada que encararon los jóvenes idealistas de los 70 ( muchos de ellos padres de los hoy integrantes de La Cámpora).
Los bien remunerados salarios y el componente ideológico setentista son sólo ingredientes de un Plan cuidadosamente elaborado, basado en las nuevas corrientes del marxismo -que hoy día bregan por una política gramsciana aggiornada a la realidad del Siglo XXI- y que busca la transformación del kirchnerismo en una Nueva Fuerza , totalmente alejada del peronismo y destinada a gobernar a la Argentina per sécula seculorum. No debemos dejar de destacar la influencia del Foro de San Pablo y sus derivaciones Bolivarianas , ingredientes básicos para el armado de este plan.

La Cámpora y la JP lanzaron el “Peronismo Kirchnerista”

Zannini entiende que el ciclo de los Kirchner está agotado, y que hay que lograr imponer un candidato joven y carismático, que suplante a los santacruceños y logre hacer lo que estos no lograron terminar, básicamente por la poca capacidad de La Señora. Cree que la Clase Media , que es el principal obstáculo a superar según la estrategia gramsciana, está en la Argentina ya lista para ser dominada y arrasada pues es quizás una de las mas permeables de lationamérica al trabajo de demolición que hace años se está encarando: Egoista, poco patriota, autista e incapaz de reaccionar ante el embate de su Fuerza Camporista.
Si Zannini y sus muchachos llegaran a tener éxito y coparan el poder, la democracia pasará a ser una palabra obsoleta, pues es para ellos un invento burgues que usarán sólo como un arma para encaramarse en el control de la Argentina.

La Militancia debate y construye futuro – Mercado Central “Ya de bebé”

Mas allá de los jugosos datos que podemos sacar del libro La Campora , de Laura Di Marco, detallamos acá algunos cargos ya cooptados y nombres para que el lector vaya memorizando y teniéndolos presente para el futuro que se viene:
EN EL MINISTERIO DE ECONOMIA.
Viceministro Alex Kiciloff

CAMMESA: Juan Manuel Abud la preside y Paula Español Gerente de Finanzas- lo acompaña (ésta a principios de año había asumido la subsecretaría de Comercio Exterior en reemplazo del suicidado Iván Heyn)

YPF. tiene un manejo a través de el mismo Kiciloff y funcionarios menores
Energía Argentina S.A. Vicepresidente Ejecutivo: Juan Jose Carbajales (misión, controlar y esmerilar al ing. Exequiel Espinosa, hombre de De Vido)

Augusto Costa, subsecretario de Coordinación Económica;
Mauro Tanos, titular del Fondo de Capital Social (Foncap);
Nicolás Arceo, subsecretario de Planificación Económica,
Emanuel Agis, subsecretario de Programación Macroeconómica. Estos últimos dos colaboran además con Kicillof en YPF. Donde Arceo seguirá al frente de la dirección económico financiera de la empresa, una forma de limitar el poder del gerente general Miguel Galuccio.

EN EL MINISTERIO DE JUSTICIA
Viceministro: Julián Álvarez.

Subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial, Franco Picardi;
Director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Eduardo Hortel (conocido también por ser el líder de la murga Los Negros de Mierda )-
Subsecretario de Coordinación y Control de Gestión Registral, Ernesto Kreplak. ;
Director del Registro Nacional de Armas: Matías Molle
Directora del Registro Automotor: Marina Aballay,
Funcionario en
Derechos Humanos Martín Ñato Fresneda,
En Inspección General de Justicia (IGJ) que supervisa las sociedades comerciales, La Cámpora ubicó a Norberto Carlos Berner,

EN OTRAS AREAS
En Planificación Federal vicepresidencia de Argentina Satelital, ocupada por Guillermo Rus,

La dirección del Correo Argentino, a cargo de Verónica Piesciorovski, pareja de un colaborador de Ottavis, Juan Manuel Pignocco.
ONAB. Organismo Nacional de Administración de Bienes, (responsable del inmobiliario estatal de todo el país) colocaron como Gerente General a Martín Reibel Maier, santacruceño de Rio Gallegos y amigo de Máximo, Va a manejar los terrenos fiscales que se utilizarán para el audaz Plan de Viviendas anunciado por la Presidenta con bombos y platillos.
Obviamente ,el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde;

AMBITO LEGISLATIVO
En realidad no les interesa demasiado en estos momentos avanzar sobre este ámbito, ya que lo que puede darles fuerza son los cargos electivos y no los de simples asesores . Cuentan no obstante con varios pesos pesados ya elegidos:

a) Los diputados nacionales Eduardo “Wado”
De Pedro y Andrés “El Cuervo” Larroque;
b)el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, José Ottavis,
c)el jefe de la bancada kirchnerista en la Legislatura porteña, Juan Cabandié.
Hay muchos nombres mas para señalar, pero lo básico esta aquí expuesto. Los Burgueses . léase Clase Media- argentinos no vislumbran lo que esta gente está preparando, y cuando quieran reaccionar ya estarán sometidos.
Veamos un poco las bases del plan gramsciano que surge del Foro de San Pablo y que se está denunciado hace años como instrumentado en Venezuela con el apoyo de Cuba.

Leamos abajo con detenimiento el trabajo de Viviana Padelín escrito hace ya mas de un año, y preguntémonos si no es aplicable a la Argentina. Si la respuesta es SI, lamentablemente estamos ya en el Horno y poco tiempo queda para reaccionar.
Cipriano B. Santiago Fariña

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